sábado, 11 de junio de 2011

UN POEMA DE BEPPE SALVIA



A escribir he aprendido de los amigos,
pero sin ellos. Tú me has enseñado
a amar, pero sin ti. La vida
con su dolor me enseña a vivir,
pero casi sin vida, y a trabajar,
pero siempre sin trabajo. Entonces,
entonces he aprendido a llorar,
pero sin lágrimas, a soñar, pero
no veo en sueños más que figuras inhumanas.
No tiene límites ya mi paciencia.
No me queda paciencia para nada, nada
queda ya de nuestra fortuna.
También a odiar he acabado aprendiendo
de los amigos, de ti, de la vida entera.






Beppe Salvia (1954-1985)

miércoles, 8 de junio de 2011

ALGO ESTÁ CAMBIANDO


Hombre descastado y sin solución:
Aquí mi hazaña más bélica.

Hombre del desamparo
del clavo nunca ardiendo
hombre sin asa, sin cara
hombre de la mueca
tótem sobre el que verter
los malos usos
la mala política...
tanta y tanta desinformación...

Hombre apagado, apesadumbrado:
Aquí este muro está cayendo.

Hombre Facebook
Hombre Twitter
Persona-Blog
este mail te interesa
estas palabras caben en tu mente:
Detrás de la proyección de esa sombra en el muro
-al acecho de esa misma sombra del muro-
respira el aire
un nuevo modo de echarse a vivir.
De una vez por todas.



lunes, 6 de junio de 2011

RENÉ CHAR (JUEGA Y DUERME)




Juega y duerme, sed buena, aquí nuestros opresores no son severos.
Les gusta bromear o llevarnos del brazo
al atravesar la peligrosa estación.
Sin duda el veneno se ha adormilado en ellos
hasta el punto de aflojarles el bárbaro humor.
Sin embargo, ¡cómo nos han hostigado hasta aquí, sed mía,
y forzado a vivir en el abandono de nuestro amor reducido
a una mortal providencia!
Plantas aromáticas, ¿es por vosotras? O plantas todas que lucháis bajo
un muro de sequedad, ¿es por vosotras? ¿O por las nubes en el ancho
espacio, que se despiden de la columna?
En lo inmenso, ¿cómo adivinar?
¿Qué podemos emprender para deshacernos de esos tiranos, amiga mía?
Juega y duerme mientras yo sopeso nuestras posibilidades,
Pero si acudes en mi ayuda tendría que llevarte conmigo, y no quiero
arriesgarte.
Así que permaneceremos un rato más... ¿Y quién podría tacharnos de cobardes?