jueves, 28 de abril de 2011

UNA OCASIÓN FAVORABLE





Porque satisfacer la vanidad es, como se puede ver en cualquier ocasión, un goce, que, entre los hombres, excede a cualquier otro, y que de añadidura no es posible sino en virtud de una comparación entre ellos mismos y los demás. Pero no hay méritos de que se enorgullezcan más que de los de la inteligencia, supuesto que en estos se funda su superioridad respecto a los animales. Es, pues, la mayor temeridad demostrarles una superioridad intelectual marcada, sobre todo ante testigos. Eso provoca su venganza, porque así pasan del dominio de la inteligencia al de la voluntad, en el cual todos somos iguales. Si, pues, la posición y la riqueza, pueden contar siempre con la consideración en la sociedad, las cualidades intelectuales no deben contar con ella de ningún modo; lo mejor que puede sucederles es que no se preste atención a ellas; si se les presta, se las considera como una especie de impertinencia, o como un bien que su propietario ha adquirido por medios ilícitos, y de que tiene la audacia de jactarse; así que cada cual se propone en silencio infligirle ulteriormente alguna humillación a este propósito, y no se espera para eso más que una ocasión favorable.


Arthur Schopenhauer , Arte del buen vivir