jueves, 3 de diciembre de 2009

UN HECHO HISTÓRICO. SECOND PART


Quarted, Kimi y Twiterboy, le dijeron a Sony que a dónde hostias iba tan aprisa, pero al mismo Sony no le dio tiempo a explicarlo porque cuando quiso abrir la boca, ya estaba fuera del alcance auditivo de los anteriormemte citados Quarted, Kimi y Twiterboy.
Había doblado la esquina al ritmo de una hermosa gacela Thompson.
No obstante, creímos por unos momentos que su único objetivo para correr tanto no era otro que conseguir apuntarse a la batalla campal que se estaba librando en aquellos momentos entre unos helicópteros estadounidenses y los secuaces de Farrah..., y estábamos equivocados.
-Este Sony es un verdadero gilipollas- apuntaló Peter Townsend.
Sony volvió al cabo de unos minutos empuñando un RPG y ninguno de nosotros sabíamos qué era un RPG. Sony sonreía como un... payaso.
Mira, es un arma antitanque, te la pones aquí y metes el cebollazo: ¡Katabooom! -razonó Sony.
-Sigues siendo un completo gilipollas - creí escuchar a Townsend.
-A ver, déjame el chisme ese. (Darkproyect)
-Ni pensarlo, a Darkproyect no ( empecé a estar asustando).¿Para qué demonios quieres eso?
Así que Sony dijo que Kimi una vez le había dicho que era un cobarde, que no tenía lo que hay que tener para golpear el esférico como un hombre y a lo mejor, llegado el caso sería más que probable que Sony dejara que cualquiera sobase ahí mismo a su propia madre (la de Sony, claro está) y al parecer, con el RPG en mano, el chico (Sony otra vez) quería discutir sobre aquello.
Kimi no quería discutir sobre aquello, mientras Sony tuviera el RPG en las manos.
Y yo pensé que quitándole a Sony el cacharro antitanques, todos se calmarían y podríamos ir a ver de dónde salía el humo y así nos enteraríamos de qué estaba pasando.


martes, 1 de diciembre de 2009

LA ALAMBRADA DE MI BOCA



La alambrada en la boca. Los haces de palabras suenan crepitar con la hoguera..., en propiedad. Treinta metros cuadrados. El calor. Y luego, en la pared del fondo, en el cielo del subconsciente, la voz de los que no están; de los que ya no pueden consolarnos. Aún en el recuerdo...
Muerdo en ti la palabra
Ana teje con alambres de espino, daño que resguarde del daño. Una telaraña empírica que tamiza el amor (amor de madre, que decía el tatuaje) para que no se escape, para que no se enrede en el cuerpo y a menudo, con el empeine, horada la tierra de lo humano al igual que desde la más tierna infancia buscaba bajo ella el morbo del diablo.
Estamos anclados al mundo de los sueños, pero mucho más a la decepción, a la vorágine y pesa la realidad. Es complicado llegar a acostumbrarse a cierto grado de estoicismo. Si llegamos a viejos/ nuestros amigos, tú y yo,/apenas habrá nadie para cuidarnos. En un chasquido empieza la cuenta atrás. Tres. Dos. Uno:
Nosotros mismos, las tardes de fútbol
nuestra absurda pero necesaria concepción del vivir.
Estamos empezando.
...Y la letra pequeña se esconde ya entre cicatrices.


ORTODONCIA
A través de la alambrada
de mi boca
tus besos tienen el sabor
de la libertad


Ana Pérez Cañamares
La alambrada de mi boca (2ª Edición)
2009. Editorial: Baile del Sol

lunes, 30 de noviembre de 2009

Mi Deseo


Cada poema
me dice que no es suficiente
que no hay luz suficiente
que ya nada ilumina igual
y que por el visillo de la ventana
descorrido
sin máscaras
se transparenta dulcemente la terraza
luego la barandilla
el edificio de enfrente
y el jardín de abajo.
Abajo..
Más abajo...
Justo entre las nueve plantas de hormigón
un etcétera
y todo el espacio acumulado
entre Mi Deseo
y lo que ven mis ojos que nunca será suficiente.