Me corre la pintura por las manos
resbala
hacia los ojos
desafiando las Fuerzas
de la gravedad
Aleve y sutilmente
escuece
como dos pastillas en la boca
tal vez tres pastillas
un bote entero de fármacos
dentro del estómago
que prescribe mi facultativo
mi mano
yo mismo.
Dentro de mi boca
a hacer lo que quiera
todo el daño.
La pintura.
La maldita pintura.
Mi ruina total y convulsiva
resbala precipicios por mis manos
e indica
exactamente
el lugar de los hechos acaecidos.