viernes, 22 de enero de 2010

Todo un asco



La verdad es que la vida no tenía para mí ningún sentido. Cada día de mi vida, cada paso en ella me iban acercando al borde de un precipicio desde donde veía ante mí claramente la ruina final. Detenerme o retroceder eran dos imposibles; ni podía tampoco cerrar los ojos para no ver el sufrimiento que era lo único que me aguardaba, la muerte de todo en mí, hasta la aniquilación. Así yo, hombre sano y dichoso, fui llevado a sentir que no podía vivir más, que una fuerza irresistible me estaba arrojando a la tumba.
LEÓN TOLSTÓI



Todo un asco

Los pinceles están hechos un asco.
El ordenador está hecho un asco.
Algunos libros están hechos un asco.
Siempre tengo ganas de vomitar.
Siempre tengo ganas
de que la peli se acabe.
Siempre tengo ganas
de que la música deje de latir
y luego suene
más y más neutra
porque:
Lo que llevo a la espalda
está hecho un asco;
hasta mi caos absoluto
está hecho un asco
y
aún
me pregunto
por las noches
el porqué de esta erosión
que se ha cebado con todo.