Desmayo sentimental
Me estoy volviendo
demasiado sensible
desde que ya no disfruto con esos regueros de sangre a lo bizarro, si me siento en el sillón a evadir, a mentirme con cada palabra, a pensar que esto no es un sueño, párrafo tras párrafo, más torpe que no pude siquiera hacerme con las pastas:
Después cambiabas de canal
(…) y se me cristalizan
los ojos
cuando sale alguien
sufriendo
y luego (…)
y luego, maldita sea, me hice el fuerte y le quité hierro al asunto con alguna chorrada y cada día lo veo más cerca del día en que desvié la mirada del suelo
como si nada
como si nunca pudiera permitirme ciertos lujos.