Otra vez he tenido que recurrir al pillaje bloguero para intentar dotar de calidad a esta bitácora. He roto un par de cristales en la casa virtual del propio Vicente Muñoz ..., y al sonar la alarma (una canción de los Steppenwolf), me he sentido algo asustado y he salido corriendo, no sin antes traerme para mi casa una cierta sensación de extrañeza ante el mundo y ante nuestros propios actos cuando no podemos, ni a veces queremos, controlarlos. Ea, pues: aquí el botín de hoy:
MUNDO EXTRAÑO
aquel día
lo recuerdo
me sentía
particularmente
roto
roto
por dentro
y por fuera
rota
la cabeza
el cuerpo
el alma
roto
el corazón
aquel día
lo recuerdo
tenía también
un tremendo
catarro
me lloraban
los ojos
la nariz
la frente
me ardía
pensaba
en la gripe
A
era
un domingo
insufrible
de resaca
y desamor
en la tierra
otro
domingo
más
y tenía pendiente
aquella inexorable
comida anotada
en mi agenda
un compromiso
aquella comida
y me sentía morir
con aquel catarro
a cuestas
pero no podía
evitar ir
me armé de valor
me duché me vestí
llegué reventado
al lugar convenido
y entonces
la vi
(no la conocía
no me la esperaba)
de entre todas
aquellas caras
deslumbrante
y marciana
la vi
e inmediatamente
se esfumó mi tristeza
volvió
a correr
la sangre
a bombear
de nuevo
el corazón
y todo
desde
entonces
fue rodado
era
primavera
era
domingo
era
un mundo
extraño
y era
el comienzo
de una
bella
amistad
lo recuerdo
me sentía
particularmente
roto
roto
por dentro
y por fuera
rota
la cabeza
el cuerpo
el alma
roto
el corazón
aquel día
lo recuerdo
tenía también
un tremendo
catarro
me lloraban
los ojos
la nariz
la frente
me ardía
pensaba
en la gripe
A
era
un domingo
insufrible
de resaca
y desamor
en la tierra
otro
domingo
más
y tenía pendiente
aquella inexorable
comida anotada
en mi agenda
un compromiso
aquella comida
y me sentía morir
con aquel catarro
a cuestas
pero no podía
evitar ir
me armé de valor
me duché me vestí
llegué reventado
al lugar convenido
y entonces
la vi
(no la conocía
no me la esperaba)
de entre todas
aquellas caras
deslumbrante
y marciana
la vi
e inmediatamente
se esfumó mi tristeza
volvió
a correr
la sangre
a bombear
de nuevo
el corazón
y todo
desde
entonces
fue rodado
era
primavera
era
domingo
era
un mundo
extraño
y era
el comienzo
de una
bella
amistad
Vicente Muñoz Álvarez,
extraído de Animales Perdidos (inédito).