Yo no olvido.
Yo ya no me olvido de nada.
Sé hasta dónde
mis rodillas
sangraron en el asfalto.
Conozco mis cicatrices
mejor que nadie
porque yo ya no olvido nada.
A mí nada me da miedo
y sé
justo a dónde
se dirigen mis huesos
y
también intuyo
que allí
habrá una barra
con más gente
y más cerveza.